lunes, 12 de abril de 2010

NACER IGUAL, VOLVERSE DIFERENTE


Muchas veces escuché la palabra, mas no presté la atención debida. No resaltó en negrita ni se subrayó respecto al resto del discurso; pero en los últimos tiempos tomó poder por sí sola al aparecer al principio del discurso, así fue que al oírla, un silbido empezó a sonar en mi cerebro.

-Yo soy “diferente”- hasta con matices del tipo:- desde pequeño/a, siempre supe que yo era diferente.-

Las primeras veces que recalqué sobre la palabra, instintivamente busqué sobre mi interlocutor/a algún signo físico evidente, una marca resplandeciente y positiva por el tono orgulloso; pero no aprecié ninguna diferencia con los comunes mortales, por lo menos a mis ojos. No es la historia de pertenecer al grupo de los selectos  tipo: muchísimo más ricos  que la mayoría que trabaja para salir adelante ni de la tribu del Iphone ni hablar 8 idiomas ni haber visitado lugares insólitos del planeta ni poseer cualquiera de esas cosas que marcan un momento y que otorgan distinción aunque no se sepa muy claro si van acompañadas por aumento de materia gris. Esto es otra cosa, no es algo material , es una fuerza intangible, la pertenencia a una selección divina, un especie de outsider de no se donde. Algo tan sentido por el personaje que realmente está convencido de ser único o casi. Tampoco es una cuestión de genio como Leonardo mas bien un superpoder para ver su diferencia con los demás, el ojo de Superman para ver más claro y rápido en todo. Luego estos nuevos diferentes, en general no se distinguen en nada particular que les haga ganar premios de ninguna índole, pero eso es otro detalle.

2 comentarios:

singapore corporate photographers dijo...

very nice portrait!

Ayelén dijo...

Saberse diferente es tener conciencia de nuestra particularidad, como todo, es subjetivo.
Difícilmente el resto lo note, sobre todo cuando no somos supermanes.