sábado, 13 de junio de 2009

COCTEL AFRO-ALEMAN


No soy especialista en festivales de música ni de ningún otro tipo; pero mi paso por alguno me ha dejado la idea que todo amasijo de gente con quioscos y tenderetes de historias varias terminan por el mismo camino mezcla de Woodstock-style vestimenta y comida a gogó y música. La Fiesta de la Humanidad celebrada en París el año pasado era como el caldero donde se juntaban todos los ingredientes para el cocido universal.

Hay un cierto aire de nostalgia aunque no entiendo de que tendríamos que penar: si todo tiempo pasado fue mejor o si por lo contrario se nos acabaron las pilas y la masa gris se agotó para algo innovador. La sorpresa está en las colinas de viñedos estructurados conforme a la norma Din correspondiente que rodean a Würzburg en Alemania, donde vive por tres días el mayor festival de música africana en Europa. Se dice que los opuestos se atraen, pero como casar el orden con el caos? El resultado puede ser una parida híbrida un tanto rara. Pero no se espera matrimonio alguno aunque varios occidentales deambulen con peinados y vestimentas adquiridas por turismo o por trabajo en Ong con presencia en el continente africano. El festival es sólo echar un vistazo, abrir una ventana donde asomarse sobre música, artesanía y gastronomía africana porque el verdadero espíritu queda encerrado en su lugar de origen.


En los conciertos me desperté de la modorra con la maliense Sangare y me encontré en una coctelera a base de mucho vodka con Salif Keita, no paré de moverme.

“Nuestras fotos”de los albinos estuvieron terriblemente mal expuestas en la biblioteca pública, las impresiones eran buenas y el resto parecía cosa de principiante. Salif Keita dio plantón al panel de discusión sobre los albinos, a nosotros para un portrait y a una periodista de la Deutsche Welle para un reportaje. Un gran aliciente para quien se dedica a la imagen y la comunicación, aún más cuando había una promesa firme de su presencia.

1 comentario:

Ayelén dijo...

Plantones aparte, me quedo con eso de que el verdadero espírutu queda encerrado en su lugar de origen...
Eso es parte del secreto del Mal de Africa? quien visita ese continente deja algo de su corazón allí y solo piensa en volver?

Saludos.


p.s.: definitivamente estoy dispuesta a correr ese riesgo. Espero algún día conocerlo.