miércoles, 28 de abril de 2010

ALLEZ OM


No habían pasado ni 15 minutos  que el OM se adelantó en el marcador al mismo tiempo que yo salía despedida por un empujón entusiasta del sitio donde estaba parada. Lo imprevisto nos coge con los músculos relajados y la torcedura de tobillo estuvo asegurada aunque menos grave del susto inicial. Hielo y reposo hacen milagros, pero en el momento los nervios y el dolor me pusieron en fuga veloz a lamerme las heridas al extremo de la curva de los ultra, tierra desierta porque la visión del campo queda terriblemente reducida.


Hay partidos que aunque le unten con mantequilla los tapones de las zapatillas de los jugadores, no pasan de grandes resbalones; desconsuelo para la afición multitudinaria y heterogénea, fiel reflejo de la ciudad.

Desde mi ángulo pobre,  pero seguro, me dediqué a mirar el entorno, aunque tuve por un momento casi al alcance de mis manos unos jugadores de ambos equipos que a empujones intentaron arrebatarse la camiseta y con ganas de algo más.
Enfrente el corredor de calentamiento y a la izquierda las gradas “chic”.


Fotos y TV amplifican tanto la realidad que en vivo los jugadores parecen correr en ralentí, los blancos salen enanos al lado de los colosos morenos; todos muy descamisados como si esto de andar medio a lo cutre certificara el ganarse el pan.
Los ultra comen bocadillo de marguez con frites, sinónimo local de la hamburguesa Mc y van y vienen con el uniforme reglamentario doble: el de quita y pon con los colores del club y el de tinte permanente de tatuajes sorprendentes.
No se que virus circula , pero lleva a muchos a un ritual exhaustivo de cervezas. Un hombre joven acertó en el murete donde estaba sentada; demasiado cerca , demasiada fija la mirada. Cuando habló, las palabras salieron tan masticadas cuan ininteligibles. Algo interior avisa precaución, los vapores del alcohol alteran la personalidad;  pero este hombre me miraba extraviado. Me tocó el pelo, cogiendo un mechón y abriéndolo en el aire como algo irreal y luego con gran esfuerzo se excusó, pensé en un amago de vergüenza y de retomar dignidad.



Salí del estadio impregnada  del olor de la hierba, en total calma junto a los supporters tranquilos, con el partido ganado y la satisfacción del día cumplido y la faena hecha.

Nos han vendido el sueño del fin de semana bien aprovechado con un siniestro regusto de clonaje masivo

sábado, 17 de abril de 2010

¿VIAJERO O TURISTA?


Spiderman se ha convertido en viajero, como lo definía el escritor Paul Bowles: “ alguien que no pertenece más a un lugar que al siguiente....y que compara su civilización con otras rechazando lo que no le gusta mientras que el turista la acepta sin cuestionarla”.

Cansado o más bien hastiado de un papel que ya no le cuadra porque hay estadísticas que afirman que los crímenes se cometen mayormente en familia con una cadencia de un homicidio cada dos días. Parece que se ha aflojado la autoridad y se llega a la madurez con la frustración a cuestas y poca contención de las pasiones más elementares y así caen padres, hijos, esposas, maridos y parientes en asesinatos que no entran en el enfoque de los “enemigos públicos”, no persiguen el control del poder.


Spiderman, a corto de criminales con “currículum" , se pasea por New York desorientado, abrazando niños para la foto del álbum familiar o en versión fine art del superhéroe que ha perdido la escena, pero se le ha quedado encolado el traje para actuar.

Medita en otros parajes del mundo como sujetar la mano de esos que hoy son niños para que mañana,  adultos, no destripen algún pariente.

No hay suficientes superhéroes para esta criminalidad.

lunes, 12 de abril de 2010

NACER IGUAL, VOLVERSE DIFERENTE


Muchas veces escuché la palabra, mas no presté la atención debida. No resaltó en negrita ni se subrayó respecto al resto del discurso; pero en los últimos tiempos tomó poder por sí sola al aparecer al principio del discurso, así fue que al oírla, un silbido empezó a sonar en mi cerebro.

-Yo soy “diferente”- hasta con matices del tipo:- desde pequeño/a, siempre supe que yo era diferente.-

Las primeras veces que recalqué sobre la palabra, instintivamente busqué sobre mi interlocutor/a algún signo físico evidente, una marca resplandeciente y positiva por el tono orgulloso; pero no aprecié ninguna diferencia con los comunes mortales, por lo menos a mis ojos. No es la historia de pertenecer al grupo de los selectos  tipo: muchísimo más ricos  que la mayoría que trabaja para salir adelante ni de la tribu del Iphone ni hablar 8 idiomas ni haber visitado lugares insólitos del planeta ni poseer cualquiera de esas cosas que marcan un momento y que otorgan distinción aunque no se sepa muy claro si van acompañadas por aumento de materia gris. Esto es otra cosa, no es algo material , es una fuerza intangible, la pertenencia a una selección divina, un especie de outsider de no se donde. Algo tan sentido por el personaje que realmente está convencido de ser único o casi. Tampoco es una cuestión de genio como Leonardo mas bien un superpoder para ver su diferencia con los demás, el ojo de Superman para ver más claro y rápido en todo. Luego estos nuevos diferentes, en general no se distinguen en nada particular que les haga ganar premios de ninguna índole, pero eso es otro detalle.